Supongo que no hay forma más adecuada de cerrar un año como 2020 que viendo un concierto de Thrash Metal sentaditos y sin consumir. Raro de cojones. Pero en fin, al menos hemos podido ver conciertos durante estos meses y ya es más de lo que pueden decir muchos. La cuestión es que la noche del 22 de diciembre, tras volver a fracasar estrepitosamente en el sorteo de la lotería, se produjo un hecho importante, como fue el regreso a la actividad de Shock Wave, banda de Thrash formada en los noventa que retomaba la actividad con dos de sus miembros originales, Vicente Paya (actualmente en 72 bandas y media) y JK Insekkton, conocido actualmente por su trabajo en Firesword, junto a Floren, vocalista de Brut, Raknosis, etc. Siri a la batería. No era la primera vez que asistía a un concierto con batería programada, pero sí la primera vez que ocurría en un concierto que no fuera de Industrial o similares (Godflesh, Samael, Psideralica...) y le sumaba un punto raruno más al asunto.
Dicho esto, la sala Es Gremi presentaba una entrada más que interesante dentro de lo que la reducción de aforo, las restricciones horarias y las complicaciones típicas de un martes cualquiera permitían, y a las 20:30, puntuales, saltaban al escenario los Shock Wave con una intro bastante bizarra que daba paso al primer tema Sleeping Beauty Deep Coma, seguido de Overdriven, un trallazo que reventó tímpanos desde su arranque. Sobre el escenario se veían tres personajes bien diferenciados: Vicente con esa presencia que impone sobre las tablas y unos problemas de espalda que le acabaron de dar el toque a lo Tom Araya, Insekkton con su innato carisma y Floren absolutamente enloquecido, hasta las cejas de adrenalina, destacando en su papel de frontman como es habitual en él pese a lo complicado que debe ser al no poder obtener respuesta alguna del público. Cada uno con su estilo, pero la cuestión es que se complementan bien. Siguieron el repaso al nuevo EP en orden con Rich But Indigent, una bastante celebrada Horns Up! y IV Reich Compulsion, tres temas más de puro Thrash, bien ejecutados y con un sonido y juego de luces muy currado. A partir de ahí fue hora de ir presentando temas nuevos que formarán parte del próximo LP de la banda, ya en proceso de creación, como fue la jocosa Vegan Predator, seguida de un tremendo solo de bajo del sr. Paya. Todo ello entre presentaciones, vaciladas varias y agradecimientos de rigor a la sala, a Heavy Balears y demás. Encarando el final, nos quedaban Second To None, que de primeras me pareció un temazo del copón, y las dos últimas, presentadas por el sr. Insekkton con esa gracia tan suya, Anger Is For Amateurs, en la que dijo que no hay que cabrearse, que eso no lleva a nada, lo importante es planear bien la venganza, e Inmune To Voodoo, declarando que tienen un superpoder que no es otro que, valga la redundancia, ser inmunes al vudú. Así, con el outro que seguía un poco la pauta de la intro, se cerró el regreso de Shock Wave a los escenarios con 45 minutos de reloj.
Un regreso atípico, sí, todo este año ha sido jodidamente atípico, pero una buena primera toma de contacto para ir engrasando la maquinaria y consolidando la banda. Lo bueno de los proyectos en los que está metido Vicente es que estamos hablando de un tipo que no tiene otro objetivo más que divertirse tocando, se rodea de buena gente y buenos músicos y el resultado es el que veis. Tal vez le falte algo de rodaje a la formación y sí, un concierto de Thrash sin acabar empapado de cerveza pierde mucho encanto, pero los tres demostraron tener unas tablas importantes y, al ser un primer concierto cortito, me quedé con ganas de más. Ojalá pronto poder meternos en el mosh pit escuchando ese Second To None o Horns Up.
Video cedido por la srta. Flamenca Metalera
Uf, qué decir ! Esta banda y el Sr.Pozas me tienen pilladísimo ! :-)
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