Los franceses son únicos en esto del metal extremo. No se que les darán de comer en el país vecino, pero tienen una finura, una elegancia, un “que se yo”; que me fascina. Dando forma a una de mis escenas favoritas de black y doom metal del mundo. Y la banda de la que hoy os voy a hablar es de esas que llevan la melancolía y la elegancia a niveles estratosféricos. Lethian Dreams, señores. Grupo que descubrí de pura casualidad el pasado verano, y que desde entonces me tiene medio loco.
Para quienes no les conozcan, que supongo serán mayoría, Lethian Dreams nace en París en el 2002, de la mano del guitarrista Matthieu Sachs. Y de la cantante, guitarrista, bajista, teclista, batería, y a saber qué más cosas; Carline Van Roos. Los dos miembros que siempre han conformado el núcleo de la banda. Originariamente eran una banda de metal gótico a dos voces, recordando a bandas como Draconian. Tras un constante ir y venir de miembros, y la partida de su vocalista masculino, deciden tomar otro rumbo, quedando la propia Carline como única vocalista. En sus siguientes obras, ‘Season of Raven Words’ del 2012, y ‘Red Silence Lodge’ del 2014, abrazan un sonido más propio del blackgaze, siendo sus compatriotas Alcest su mayor influencia. Sin desprenderse del todo de su toque gótico primigenio. Álbumes maravillosos, que cosecharon muy buenas críticas.
Recientemente editaron su 4º trabajo, ‘A Shadow Of Memories’, del cual hablaremos hoy. Aparte de los citados Matthieu y Carline, contamos Pierre Bourguignon a la batería, completando una formación estable desde el 2013. Un disco que ha sido compuesto con calma y a fuego lento, durante cuatro años, y se nota. Pues el resultado es inmejorable, se nota el mimo que le han dedicado. Tiene como particularidad el incluir en sus letras pasajes de obras del poeta inglés Arthur Symons. Y han querido sacudirse un poco el olor a la banda de Neige que desprendían, y se han dado el lujo de explorar otros sonidos. Hay retazos de Katatonia, Agalloch, Myrkur, Anathema, o de The 3rd and the Mortal. E incluso coqueteando a veces con el funeral doom melancólico propio de Shape of Despair. Está ya claro a qué clase de banda nos enfrentamos. Música no apta para escuchar en momentos de bajón. Tengan a mano unos kleenex.
Arrancamos con ‘Never Be Found’. Nos da la bienvenida una larga introducción a base de arpegio de limpio sonido, muy reminiscente de los Anathema más melancólicos; el cual nos acompañará hasta el final del tema. Pasados casi minuto y medio entran el resto de los instrumentos. Momento en el que te das cuenta que, como ya he mencionado en el anterior párrafo, han querido desmarcarse más de Alcest. Con una producción más pulida y un sonido más atmosférico y etéreo, no exento de cierta psicodelia. Los épicos tremolos, junto con la evocadora y dulce voz de Carline, hacen que en apenas unos pocos minutos de disco ya estés en trance. Y solo acabamos de empezar.
‘Tidal’, el tema más largo del disco, 11 minutos y medio de pura magia, arranca con una intro a base de teclado, para dar paso a un tema de doom metal melódico. Que de no ser por la ausencia de guturales bien podrían firmarlo Clouds o Saturnus. Con un sencillo pero tremendamente evocador solo. A mitad de tema nos topamos con un nuevo fragmento a base de arpegio, reminiscente del anterior tema, y que ya avanzo que es algo relativamente común en este disco. Un fragmento realmente hermoso. El cual cede el paso al blackgaze que tan bien saben hacer estos franceses. Sucedido de una coda pseudo-orquestal, que es el broche de oro al que para mi es el mejor tema del álbum.
‘Mist of Memories’, por su parte, va más al grano. Un tema mucho más rápido y enérgico, y que recuerda más a sus obras anteriores. Que contrasta fuertemente con el siguiente track, ‘You Say’. Un tema de puro neo-folk, en el que la buena de Carmine da el do de pecho, y muestra cuánta melancolía es capaz de transmitir su voz. Mucha, ya os adelanto la respuesta. Volvemos a la faceta más melódico-doom de la banda a ritmo de ‘Only a Past’. Donde de nuevo experimentan con melodías épicas y evocadoras casi propias de un mundo de fantasía.
Afrontamos la recta final, en la que le llega el turno al penúltimo track del disco, ‘Your Silence’. Donde esos coqueteos con el funeral doom terminan de germinar. Dando forma al tema más denso, sobrecogedor, y dramático de todos. Y que la larga intro acústica de ‘And Hollow’ no os lleve a engaño. Pues no podemos despedirnos de este excelso A Shadow Of Memories sin antes volver a subir el ritmo. Unos majestuosos minutos de blackgaze especialidad de la casa, de aires más “positivos”, y que se me antojan perfectos para cerrar el álbum. 50 minutos que se me han hecho cortísimos, y que me han dejado con ganas de volverlos a escuchar. Señal inequívoca de que estamos ante material de primera.
En definitiva. No solo estamos ante un disco 100% recomendado para los amantes de la música melancólica, y de aires “celestiales”. Se trata también de un disco donde la banda da un paso adelante, para conseguir un sonido aún más personal. Espero que no tengamos que esperar otros 6 años para volver a disfrutar de material nuevo suyo. Porque repito lo del primer párrafo, a lo to tonto se han ganado un puesto de honor en mi musicoteca personal. Con este disco se lo han ganado con creces.
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