Despedimos otro año con la sempiterna lista de discos (los mejores no, los favoritos de cada uno, lo otro es demasiado pretencioso) anual. Esto es lo que más me ha hecho gozar este 2018. Arrancamos:
12 -- CALIBAN – ELEMENTS (METALCORE)
Los alemanes siguen siendo una de las
bandas más infravaloradas de la escena metalcore europea después de 20 años de
carrera. Si bien este “Elements” no me gustó tanto como el anterior y muy
inspirado “Gravity” de 2016, siguen pariendo discos con un buen puñado de temas
llenos de breakdowns, guturales
guitarras muy cuidadas y grandes estribillos. Espero poder verlos por
algún festival este verano.
11 -- RISE OF THE NORTHSTAR –
THE LEGACY OF SHI (HARDCORE)
Nada menos que 4 años tuvimos que esperar
los fans de los reyes del crossover hardcore francés para la vuelta al estudio
de la banda. El listón venía de estar muy alto debido a la obra maestra que era
“Welcame”, y aunque ni lo supera ni lo iguala sí que nos ofrece lo que los
seguidores de ROTN queremos: metal, sonidos industriales, solos de guitarra
(aunque menos de los que hubiera deseado), rap, beatdowns, etc. Una gran mezcla
para el grupo bandera y con más futuro del estilo en Europa.
10 -- ANGELUS APATRIDA – CABARET DE LA
GUILLOTINE (THRASH METAL)
Los albaceteños siguen en su misión de
ser el grupo más importante del metal español, y van cumpliendo bien por el
hecho de que aún no se le conoce disco malo. El sexto largo de esta gente, si
bien sigue siendo thrash metal, juega con un sonido mucho más moderno y se
acerca en según que canciones a arreglos dignos de bandas de metal moderno o
metalcore (ese estribillo de “Martyrs of Chicago” que me enamora). Que sigan
así y nunca nos decepcionen.
9 -- POWERWOLF – THE SACRAMENT
OF SIN (POWER/HEAVY METAL)
En una época donde el power metal clásico
vive uno de sus momentos más bajos en cuento a popularidad Powerwolf son, junto
con Sabaton y Avantasia, uno de los grandes bazas a donde se pueden agarrar los
fans del estilo. El sonido de este grupo es totalmente inamovible, encontraron
su tecla de éxito y nunca saldrán de ella, cosa que no es ni buena ni mala,
cada uno tiene su manera de gestionar su carrera. “The Sacrament of Sin” es un
disco que engancha cosa mala debido a su facilidad de escucha y sus melodías
pegadizas, muy bueno para alegrarte una mañana.
8 -- SOULFLY –
RITUAL (GROOVE/THRASH METAL)
La sobreexposición a la que está expuesta
Max Cavalera en los últimos años hace que ya a veces sea difícil distinguir con
que proyecto está involucrado de cada vez, y de que grupo es una y otra canción (los
actuales Soulfly suenan exactamente igual que Cavalera Conspiracy) Después de
sacar junto a su hermano el gran “Psychosis” el año pasado, este 2018 vuelve a
la carga con Soulfly, y cuando nadie esperaba nada bueno el señor Max nos ofrece su mejor disco en muchísimo tiempo. La cara A del plástico es una auténtica locura
de riffs y baterías de infarto, zapatilla de la buena, una pena que ya no pueda
defender estas cosas en directo.
7 -- GHOST –
PREQUELLE (HARD ROCK/HEAVY METAL)
La nueva etapa de los
suecos (encabezada por el Cardenal Copia como frontman) es de un sonido más
standard, el cual rinde homenaje principalmente a ese sonido hard rock ochentero con mucho reverb, que sus predecesores. Canciones simples, pegadizas y al pie, eso
son los Ghost de 2018 en su continua escalada a lo más alto del metal, pese a
que la lista de detractores (por creerlos sobrevalorados) sea casi tan grande
como la de fanáticos. Podrán vivir con ello sin importarle lo más mínimo.
6 -- BURY TOMORROW – BLACK
FLAME (METALCORE)
El cuarto disco de Bury
Tomorrow parece que está acercando a los de Southampton al estatus que de
verdad se merecen dentro del mundo metalcore. Su anterior “Earthbound” fue de
los mejores descubrimientos que hice hace unos años, y me asombraba la poca
bola que parecían darle, tanto periodistas como gente de a pie. Siguen jugando
a su maravillosa dualidad de estrofa bruta – estribillo melódico, que no es
precisamente innovador, pero no todo el mundo tiene un guitarrista con la voz
de Kristan Dawson. Menos técnicos que otros grupos del género pero con
muchísimo más feeling. Imprescindibles.
5 -- ARCHITECTS – HOLY HELL (METALCORE)
Entramos en el top 5 con
la (casi) obra maestra de los británicos, digo casi porque pese a continuar con
las musas de su lado, como en sus últimos discos (sobre todo los enormes “Lost
Forever/Lost Together” y “All Our Gods Have Abandoned Us”) este “Holy Hell”
sigue pecando quizá de una repetición de esquemas y arreglos algo exagerada, el
cual hace que la parte final del disco ya no la disfrutes como los primeros
minutos. Pero, pese a ello, el nivel que
ha alcanzado Architects a la hora de componer e interpretar es tan alto que
solo te queda aplaudir. Tiene un puñado de temas que quedaran como obras cumbre
del género.
4 -- PARKWAY DRIVE – REVERENCE (METALCORE)
Este es el disco
controvertido del año, con permiso del “Prequelle” de Ghost. La evolución del
sonido de los australianos tiene una doble lectura, primero la de sus
incondicionales de la época de “Horizons” o “Deep Blue” que ven esto como una
tomadura de pelo, mientras se rasgan las vestiduras en una esquina escuchando
“Carrion”, no comparto esta visión pero la puedo respetar, allá cada uno. Y por
otro lado gente como yo, que me hice fanático de esta gente gracias a su
anterior “IRE”, que me sigue pareciendo lo más grande que grabaron jamás, y que
este nuevo disco nos parece , si bien no enorme como el anterior, si de una
gran envergadura. Sus nuevas canciones en directo son una gozada (el “Prey” del
Download Madrid 2018 no se me olvidará nunca) pese a que ya no sean tan
“auténticos” como hace 10 años. Disfruten.
3 -- AMORPHIS – QUEEN OF TIME (DEATH METAL MELODICO)
Poca gente puede presumir
de tener una lista de últimos lanzamientos que rocen tanto la perfección en los
últimos años, sin tener prácticamente ningún desliz. Los suecos Amorphis siguen
sosteniendo la bandera de los más grandes del death melódico más melancólico
con esta decena de canciones llenas de arreglos y matices que los hacen únicos.
Pese a todo siguen siendo (y seguirán) un grupo de minorías, por caprichos que
rodean al mundo de la música nunca acapararán portadas de las revistas más importantes
del Metal, pero a los que los conocemos nos seguirán fascinando. Sigo cruzando
los dedos para que algún festival los incluya en su cartel.
2 -- JUDAS PRIEST – FIREPOWER (HEAVY METAL)
Los viejos rockeros nunca
mueren, y algunos llevan mejor el paso del tiempo que otros. Díganselo a los
señores de Judas Priest, que acaban de sacar su mejor disco desde, quizá,
Painkiller (1990) que no es una puñetera broma. Después de dos álbumes tirando
a regulares, por no decir otra cosa, Halford y cia se han sacado de la manga
uno de sus últimos ases (la edad no perdona) que ha dejado a la parroquia heavy
noqueada, porque nadie se esperaba semejante puñetazo en la mesa en pleno 2018.
Una pena el tema de Tipton con el parkinson que no ha dejado que este año sea
de plena celebración en el seno del grupo. Pese a todo THE PRIEST IS BACK ¡!!
1 -- OF MICE & MEN – DEFY (METALCORE)
Nunca me habían llamado
demasiado la atención estos californianos, tampoco es que por estas tierras
tuvieran demasiada repercusión a nivel mediático para poder conocerlos mucho
más en profundidad. Pero no sé como llegó a mis oídos un tremendo pepinazo como
“Unbreakable” y todo cambió de repente. Este disco es una auténtico joya de
metalcore melódico, en donde Aaron Pauley se carga el peso todo en sus hombros
(ante la marcha del antigua frontman y líder Austin Carlile) y se saca del
bolsillo todo su potencial llegando a unas cotas de grandeza nunca vistas en
este grupo. Sigue siendo el disco que más disfruto del año así que se merece mi
gran medalla de oro 2018. Si no lo has escuchado todavía no sé que estás
haciendo ahí parado.
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