Reseña: Perpetual Night - Anâtman.

Importante lo que traigo hoy, amigos. Aquí tenemos el primer disco de larga duración de los granadinos Perpetual Night, editado por parte de un sello internacional como Wormholedeath como muestra de que aquí hay algo a destacar. Que ya sabemos que en este país, para poder valorar las bandas que tenemos, primero tienen que valorarlas fuera, es una de esas muchas odiosas costumbres que tenemos. A lo que iba, Perpetual Night es una banda, formada en 2012 y con dos EPs a sus espaldas, que nos trae ese Death Melódico oscurete, con mucha melodía y a su vez algo denso, a tierras andaluzas y lo plasma en su primer LP, un trabajo de meticulosa elaboración que alterna temas más ambientales con otros más directos, pero jugando con unas melancólicas atmósferas en todo momento. Al escucharlos, uno no puede evitar acordarse, remotamente al menos, de los representantes finlandeses del rollo, véase Insomnium, Omnium Gatherum o los primeros Amorphis como principal influencia de su obra. También puedes encontrar dejes a los Dark Tranquillity más introspectivos o incluso dejes Doom a lo Swallow The Sun, todo eso mezclado bajo la fórmula de una banda que va introduciendo elementos a su propuesta mientras la va haciendo cada vez más suya.

En Anâtman nos encontramos ocho temas, como comento, manejando algunos momentos más afilados y otros más reposados, jugando con mucho acierto en las melodías y capitaneado por una voz gutural gruesa y profunda. La producción del LP también ayuda (de la mano de Carlos Santos), y ahí también se nota el trabajo de un fenómeno de estos estilos como Jens Bogren (Dark Tranquillity, Amon Amarth, Katatonia y un larguísimo etcétera) en la masterización, que hacen que el trabajo suene muy nítido y ayudando a que te envuelva en sus ambientes más desapacibles.

El trabajo abre con los cojones sobre la mesa con su tema título, un corte de ocho minutos que va atravesando diferentes fases en su minutaje y que nos muestra, a groso modo, lo que nos va a ofrecer Perpetual Night, no en vano lo sacaron como single con videoclip. El corte es una joya, maneja diferentes atmósferas desde su melódica intro, muy noventera de los inicios del género, antes de lanzarse en una potente tormenta de melodías y ritmos. Le sigue Wild, haciendo honor a su título, más directa desde su inicio, con buenos juegos de ritmos de esos que te hacen mover tu intento de melena escandinava (los reyes de los anuncios de L'Óreal, basta ver un concierto de cualquier banda de por allí para darte cuenta del pelazo que gastan los cabrones, es que encima lo coreografían para vacilarte todos a la vez, desgraciados...). El disco sigue con The Howling, en el que una dulce voz femenina alterna con el poderío gutural de la banda, moviendo la intensidad de la parte instrumental del tema según este lo requiera. La verdad es que el arranque del disco con estos tres temas es de muy alto nivel, la banda muestra su potencial de forma rápida y directa, manejando tempos e intensidades realmente bien y mostrando sus mejores cartas para empezar.



Anâtman se sigue moviendo por los derroteros de la melodía y la oscuridad, mostrándose más directa en cortes como Nothing Remains, en la que la guitarra exprime sus posibilidades rifferas y solistas al máximo nivel, destacando en un corte muy envolvente y  con dejes al Black sueco, ese que es más melódico y pulido. A continuación nos encontramos con His Darkness, de las más oscuras y melancólicas del disco como su nombre parece indicar, y Raindrops, cuya cuidada intro nos lleva a un corte tristón, muy cercano al Doom Metal de unos Swallow The Sun, antes de llegar a la dupla final del disco, que llega con Unpronounced Words y la introspectiva Abscence of Reality, muy en la onda de Raindrops, jugueteando con el Doom y creciendo su intensidad a medida que va avanzando. Un buen final para el disco.

Un muy buen disco, un debut de esos que no lo parecen. Perpetual Night han sabido crear un trabajo muy sólido, sin apenas fisuras y que crece en cada escucha. Todos los temas tienen detalles interesantes, la duración es la más adecuada para lo que ofrece y la escucha se hace muy amena desde el primer momento, pero tienes que insistirle para descubrir todos sus matices. Se le notan mucho las influencias, es normal tratándose de un primer LP, donde la banda suelta sus primeras inquietudes musicales. A medida que sigan componiendo material irán sacando su sonido más propio, no lo dudo, y yo les seguiré atento, porque en Anâtman hay mimbres de banda grande.

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