Antes de que todos los portales y webs dedicados al metal se tiñeran del color y aroma del los cuatro jinetes de San Francisco llamados Metallica, había un disco que estaba causando polémica. Machine Head, la sempiterna promesa del metal moderno, una de las grandes bandas que rompieron los moldes del heavy a mediados de los 90s con su abrasivo “Burn My Eyes” y que junto al “Chaos A.D” de Sepultura, el debut de Korn y los primeros discos de Pantera le pegaron un giro de 180 grados a este nuestro mundillo que estaba en una fase de duda, con los grandes de los 80s de camino al declive y las camisas de cuadros, con Kurt Cobain y Eddie Vedder a la cabeza, estaban llevándose el gato al agua.
Pero vamos a centrarnos en grupo de Robb Flynn, que es del que quiero hablar en este artículo, cuando me dijeron que me podía encargar de lo nuevo de Machine Head mi primera idea era una crítica al uso, como muchas que puedes encontrar por internet si buscas un poco, alguna de ellas en mi opinión excesivamente precipitadas publicadas con demasiadas pocas escuchas para un disco de 75 minutos (Rob, primer fallo, los discos de metal potente de más de una hora tienen un alto porcentaje de opciones de acabar pinchando, aburriendo, y no dando la talla) así que decidí darle una vuelta de tuerca y ver por qué este grupo, con sus terribles altibajos, es capaz de maravillar y arrodillar a toda la comunidad metalera (The Blackening, 2007, mi disco favorito de metal del siglo XXI, no escuché ni una crítica negativa de semejante obra maestra, ni lo voy a hacer) y de repente tener una cantidad de abucheos desproporcionados con su nuevo “Catharsis”, pocas veces he visto soltar tanta bilis por la boca (y el teclado del ordenador) aparte de en las épocas bajas de Metallica, que vienen siendo como el espejo de Machine Head pero con mucha más popularidad y todavía magnificándose todavía más todo.
Robb Flynn es un hombre al que no le gusta callarse absolutamente nada, hace vídeos cual youtuber explicando todo lo que pasa por su cabeza a cada momento, y cuanto más te expones más opciones tienes de cagarla y soltar algo que le parezca mal a alguien (Rob, fallo dos, de verdad tío te admiro como músico hasta el infinito, pero de vez en cuando deja la webcam del ordenador apagada y vete a dar un paseo) lo que hace que mucha gente le tenga “un poco” de tirria. Otros no le perdonaron todavía su peinado de finales de los 90s, pero vamos que eso nos la tiene que traer floja, esa gente idolatra a unos tíos en taparrabos diciendo que son los reyes de heavy metal mientras enfundan su espada de acero, así que no vamos a entrar en esos terrenos.
Pero vamos a centrarnos en grupo de Robb Flynn, que es del que quiero hablar en este artículo, cuando me dijeron que me podía encargar de lo nuevo de Machine Head mi primera idea era una crítica al uso, como muchas que puedes encontrar por internet si buscas un poco, alguna de ellas en mi opinión excesivamente precipitadas publicadas con demasiadas pocas escuchas para un disco de 75 minutos (Rob, primer fallo, los discos de metal potente de más de una hora tienen un alto porcentaje de opciones de acabar pinchando, aburriendo, y no dando la talla) así que decidí darle una vuelta de tuerca y ver por qué este grupo, con sus terribles altibajos, es capaz de maravillar y arrodillar a toda la comunidad metalera (The Blackening, 2007, mi disco favorito de metal del siglo XXI, no escuché ni una crítica negativa de semejante obra maestra, ni lo voy a hacer) y de repente tener una cantidad de abucheos desproporcionados con su nuevo “Catharsis”, pocas veces he visto soltar tanta bilis por la boca (y el teclado del ordenador) aparte de en las épocas bajas de Metallica, que vienen siendo como el espejo de Machine Head pero con mucha más popularidad y todavía magnificándose todavía más todo.
Robb Flynn es un hombre al que no le gusta callarse absolutamente nada, hace vídeos cual youtuber explicando todo lo que pasa por su cabeza a cada momento, y cuanto más te expones más opciones tienes de cagarla y soltar algo que le parezca mal a alguien (Rob, fallo dos, de verdad tío te admiro como músico hasta el infinito, pero de vez en cuando deja la webcam del ordenador apagada y vete a dar un paseo) lo que hace que mucha gente le tenga “un poco” de tirria. Otros no le perdonaron todavía su peinado de finales de los 90s, pero vamos que eso nos la tiene que traer floja, esa gente idolatra a unos tíos en taparrabos diciendo que son los reyes de heavy metal mientras enfundan su espada de acero, así que no vamos a entrar en esos terrenos.
Machine Head siempre hicieron lo que quisieron cuando le venía en gana, y eso afectó a su popularidad. Si nos centráramos en su nivel como músicos y compositores deberían estar encabezando festivales (que sí, que ya sé que no van porque no quieren, pero es que hasta 2012 los hicieron y no encabezaban nada) a la par que Slipknot, System of a Down, Rammstein o Korn. ¿Qué falló? Falló en su irregularidad, en que fueron como el mítico jugador de fútbol que se va de 8 y llega al área y le pasa el balón al defensa, que después de “Burn My Eyes” y “The Things More Change” quisieron un poco artificialmente incrustarse en la ola del Nu Metal y no le salió muy bien (aunque yo siempre defenderé el “The Burning Red”) y que una vez volvieron a la senda correcta nunca acabaron de sacar el hit o hits que le auparan al Olimpo (Toxicity, Duality, Du Hast, Freak on the Leash. ..sabéis de lo hablo) por mucho que hicieran un trabajo impoluto en todos sus trabajos entre 2004 y 2014, con canciones que quedaran en nuestros tops para siempre como Halo, Game Over, Bite the Bullet o Be Still And Know.
Así que ahora nos encontramos con “Catharsis” un disco que le sirve a Robb, Phil y compañía para que hablen de ellos (bien o mal) pero que sinceramente ahora que me siento capacitado para valorarlo, no es lo que la mayoría buscábamos. Ya dije que lo de los discos largos es un suicidio, pero ojo, también os digo que canciones como Volatile, Catharsis, Beyond the Pale o Razorblade Smile son un jodido puñal, no entiendo ni a la gente que las valora tan mal por las RRSS o youtube (si lo entiendo, se llama seguir la corriente, y ahora resulta que la moda es atizarle sin miramientos a todo lo que contenga este plástico, una pena que las opiniones objetivas con tanta sobreexposición de información cada vez sean menos frecuentes) y mucho menos a medios heavys colegas que le dieron una nota paupérrima donde se notaba que la inquina personal hacía el grupo de alguno se valoraba más que lo que sonaba por los altavoces (paras de leer ciertos artículos cuando ves que dicen que “Locust” es un mal disco).
En un mes nos visitan, seis conciertos por la península, giras de 2 horas y media de show sin telonero. Yo os aseguro que de los mejores directos que se pueden ver, no os los perdáis bajo ningún concepto y no os dejéis llevar por el desánimo que algunos medios de comunicación quieren dar. Que son los MACHINE FUCKIN’ HEAD y cuando abran el concierto con “Imperium” o “Now We Die” todo esta turra que os acabo de dar la olvidaréis y solo querréis meteros en el circle pit más cercano. Fight!!
Escrita por Jano Carbia (@FuckinHostile89).
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