Volvemos a la actividad reseñil, que ya iba siendo hora, con el segundo trabajo de los barceloneses Rising Core, que nos ha llegado a través del sello Black Heaven. Banda formada en 2013 de las cenizas de la banda de Metal progresivo Bartok, con la que cosecharon éxitos dentro de su rollo en sus doce años de carrera, y que se juntó para saciar la necesidad de desplegar sus inquietudes compositivas juntos. Hoy, la banda formada por Verónica Galindo (voces), Juan Martín
"jg6" (guitarras y coros), Nestor Morente (bateria), Juan Fran Jerez
(bajo) y Helenca Montañes (teclados), basa su propuesta en el Metal progresivo, muy influenciada por grandes del rollo como Dream Theater o Pain Of Salvation, cosa se plasma en su música pero muy a su propia manera, con mucho sentimiento y ansias de transmitir sensaciones a los oyentes, cosa que, en este estilo, agradezco más de lo que os imagináis. Siempre he agradecido que una banda que tiene cualidades para ello se centre en transmitir antes que dedicarse a exhibiciones de virtuosismo que no suelen llevar a ninguna parte (tal vez, al no ser músico, me impresiona menos...) y es uno de los puntos fuertes de Rising Core.
En cuanto al disco, Under Thoughts, nos encontramos con una obra de estilo conceptual, de esas que cuentan una historia desarrollada en sus diez temas, vamos. En este caso cuenta la historia de una mujer de alrededor de los cuarenta años, que es una triunfadora de la vida, líder en una multinacional de la hostia, madre de un chaval... y una noche, cuando está sola en el despacho ya a punto de pirarse a casa, recibe la noticia de que su marido acaba de sufrir un accidente cuando iba a bucarla. A partir de ahí todo se le va a la mierda poco a poco, tema a tema, y los desalmados de Rising Core te lo explican a su manera. El disco crece a través de la buena interpretación instrumental, que como he comentado arriba, más que centrarse en lucir lo buenos músicos que son, busca adoptar el sentimiento y la historia que esconde cada tema, como si de un capítulo de una novela se tratara. No se queda atrás la interpretación vocal de Verónica, con una potente voz que se adapta a los contornos de cada tema. Solo me falla un poco el tema de la pronunciación en inglés (que no es más que un pequeño detalle sin importancia) pero que siempre se puede mejorar y creo que le hará bien a la banda.
El disco abre con A Call Breaks The Silence, un suave y breve corte que nos introduce en el concepto del disco y nos lleva a Out Of The Blue, donde la banda maneja los tiempos con fluidez para romper en un cojonudo riff de cara al final. La historia avanza y la vida de la mujer se empieza a desmoronar cuando llega Broken, más estilo medio tiempo/balada, con mucho sentimiento, y sigue con Falling, en la que los teclados toman un aire oscuro, que contrasta con la sencillez de su estribillo. Por los derroteros de la sencillez sigue When The Fall Begins, donde, como a lo largo del disco, las guitarras toman el protagonismo para darle un plus al tema. Por su parte, la suave Into Darkness, que relata el momento más bajo de la protagonista con suma delicadeza, da paso al pequeño aumento de potencia de Reunion y sigue progresando hasta Going Up, uno de mis cortes favoritos del disco, donde se deja atrás la oscuridad para lanzarse al optimismo. Finalizando el disco tenemos la moraleja, Better Choices, y Under Thoughts, un instrumental que funciona como outro para el disco.
Un buen trabajo de Rising Core, que progresan en la búsqueda de su sonido. Debo decir que de primeras el disco no me volvió loco y las primeras escuchas no fueron muy exitosas, habría sido fácil coger el disco, guardarlo en la estantería y 'bueno pues molt be pues adiós', pero al final me animé a darle más oportunidades. Y me alegro de ello, pues al final lo he acabado pillando el punto y ahora mismo lo disfruto bastante. No es que sea excesivamente complejo, tampoco creo que fuera la intención de Rising Core, pero su alto grado de sencillez, en un género que suele carecer de ella, me chocó al principio haciendo que me los tomara menos en serio de lo que merecen. Ahora pienso que es parte de la esencia de la banda, junto a la fuerza sentimental y las ganas de transmitir emociones que llevan dentro y, viéndolo así, creo que es un trabajo a tener en cuenta, con detalles muy interesantes y cuya escucha se hace amena y entretenida, además de meterte de lleno en la historia que se cuenta en estos cuarenta y tres minutos de disco (coño, justo la edad de la mujer de la que hablan... qué bien hilan estos muchachos...).
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