Reseña tocha la que se viene, colegas. No lo digo por hacerme el guay, me cago en Dios, sino por lo tocha que es la banda que comentamos hoy, que es nada menos que los jodidos Aposento. Death Metal desde los cojones, desde el sentimiento y desde el pútrido azufre de La Rioja. Y es que tengo entre manos lo nuevo de una de las primeras bandas en sacar los huevos suficientes como para decidirse a hacer Death Metal en un país rancio como el nuestro, chavalote. Lo de estos logroñeses es la tralla burra, llevando la bandera del Brutal Death Metal deudor de Suffocation, Cannibal Corpse y demás en nuestro país, luchando desde el underground como humanamente podían hasta que en el '97 decidieron separarse. Pero, por suerte para nosotros, Manolo Sáez decidió retomar las riendas de la banda allá por el 2012, haciendo que Aposento volviera con más fuerza que nunca, con una formación renovada y sacando a la luz su primer LP, aquel devastador album homónimo que salió hace tres años. Hoy, tras algunas variaciones de miembros y un cambio de idioma al inglés, los riojanos vuelven a la carga con este Bleed to Death, que suma su portentosa aportación al Metal Extremo nacional que, al menos en cuanto a nivel de bandas, goza de una salud realmente brutal (basta ver los discazos que han ido saliendo este año y los que se vienen en los próximos meses para comprobarlo).
¿Y qué encontramos en Bleed to Death? Pues lo que esperamos y deseamos de un disco de Aposento, ¿Qué más te voy a decir? Diez temas de Death Metal cafre, con aires algo más oscuros que en su anterior obra y un sonido tan atronador y bien currado que hace que cada instrumento te pase por encima cual apisonadora, recreándose mientras te aplasta el páncreas, colega, yo qué sé. Los temas que componen Bleed To Death son un viaje por las mentes más sórdidas de La Rioja con todos los gastos pagados y pulserita de "todo incluido" de parte de Manolo Sáez (guitarra), Manu Reyes (bajo), Mark Berserk (voces) y Gabriel Valcázar (batería). El disco ha sido grabado en Haro (La Rioja) en los Rocklab Studios con Dan Díez y la
masterización y mezcla se han hecho en Alemania en los Soundlodge
Studios con Jörg Uken.
Y vamos al lío, esto arranca sin intros ni mierdas, directo a tu cara con el tema Bleeding Flesh, una marabunta de riffs veloces que desatan el caos allá por dónde pasan. El tema de arranque ya es de lo mejorcito del disco, con una sección realmente caótica en el que la guitarra parece poseída por el mismo Satanás en su parte central. Le sigue Wishing Hell, con un aire muy crudo y oscuro, en el que me vuelve loco la vocalización de Mark Berserk recitando el título en el estribillo y rezumando oscuridad y mal humor por todos lados. Por su parte, Partially Deceased Syndrome y Portrait of a Killer (de mis favoritas del LP) vuelven a pisar el acelerador, mostrando a los Aposento más brutos y que tanto nos molan. En cambio Maleficarvm baja durante unos instantes las revoluciones, moviéndose hacia un sonido menos veloz, pero igual de contundente, aportando cierta variedad (necesaria) al disco.
Aposento suenan consolidados, colega. Bleed To Death es un muro de hormigón, sólido y compacto, sin apenas fisuras, y demuestra que los logroñeses están en un gran estado de forma. Los instrumentos encajan a la perfección y la voz de Berserk, profunda como pocas, aporta un aire de oscuridad diferente, que le hace mucho bien a la banda. También debo decir que el Death Metal me mola más cantados en inglés, normalmente es algo que me da igual, pero en este género en concreto tengo esa pequeña manía acerca del idioma. Seguimos destripando el disco con Slaughtered, cuyo riff te engancha como cien cuchillas bien afiladas clavándose en tu ya maltrecha piel y Abandon All Hope, que ya directamente te mete esas cuchillas por el culo sin ninguna delicadeza. De cara al final del disco tenemos The Divine Art of Torture, un temazo de ritmo acelerado a toda zapatilla, Revenge Against God, pesada y machacona, y Cannibalistic Communion, que dirás, dura menos treinta segundos, será un 'outro' de esos... pues mis cojones, 26 segundos de hostias descontroladas para cerrar el disco de la forma más cafre posible.
Aposento están muy vivos, amigo. Y tú, fan del Death Metal, del rollete old School, de garitos llenos de gordos melenudos sudorosos con olor a alcohol de desinfectar, deberías estar escuchando este Bleed to Death y celebrándolo. Un disco de gran esencia de metal extremo, diez temas directos a tu yugular, algunos más brillantes que otros, pero todos con un par de huevos lo suficientemente grandes como para dejarte el cuello como para hacer croquetas. Grandes, Aposento, maldita sea.
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