Buenas, chavales, os dejo aquí este disco de parte de "apisonadoras José Mari", cuidado, que pesa un tonel y como te descuides te aplasta el cabezón. Hoy quiero presentaros el segundo disco de Enki, una banda de Pontevedra que practica, como habréis deducido por mi intro, un poderoso Groove Metal, con diferentes influencias tanto del Heavy clásico como de sonidos más extremos. La banda, formada por José Barros (voz y guitarra), Antonio Rebolo (bajo), Alber Sanmiguel (guitarra) y Yago Maga (batería), nació en enero de 2014 como una forma de expresar sus inquietudes musicales, mezclando todas sus influencias y machacando cuellos mientras se encuentran en plena búsqueda de un sonido cada vez más propio y personal (y lo están logrando).
Enki es una banda que tiene claro por dónde quiere ir avanzando y se va marcando su camino paso a paso. En sus letras encontramos mucho mensaje sobre la sociedad, las posibilidades para cambiar el presente y el futuro, del medio ambiente, la inmensidad que nos ofrece la naturaleza, y este tipo de temas en general (para haceros una idea de por dónde van los tiros, el nombre de la banda, Enki, viene de el “señor de la tierra” de la mitología sumeria, vamos, que no dejan detalle al azar). Y en la parte musical, encontramos unas guitarras gruesas, bien acompañadas por una sólida sección rítmica y una voz que encaja a la perfección en su sonido. Sin experimentaciones raras ni parafernalias, el disco es puro y duro Metal, directo a tu jeta, ¿Y pa qué más?.
Desde la inicial Nothing Remains (de mis temas favoritos del disco), con un riff de puro groove y un potente estribillo, Enki dejan claro por dónde van, se nos vienen 40 minutos de tralla, amigos. A Human Waste, cruda y directa en sus poco más de dos minutos, Etat Second, más acelerada, con Yago machacando bien el doble bombo, y Pure Infinity, que contrasta con las anteriores al ser algo más lenta pero presentando algún cambio de ritmo, nos sirven como buena muestra de las capacidades de Enki, una banda seria, con un buen trabajo instrumental y una voz que va como anillo al dedo a su gruesa y directa propuesta. Ra/Amon es otro de mis temas predilectos de Red Oak, con una intro instrumental que dura más de medio tema, pero que solo aporta aún más calidad a una composición tremenda.
Superamos el ecuador del disco con Sundiver, un cañonazo potente para el lucimiento de Yago y Antonio, la sección rítmica de la banda, que va mostrándose a un nivel notable a lo largo del disco y destacando aún más en este tema en concreto. El estribillo y la potencia de las guitarras también aportan su granito de arena para que el tema lo tenga todo para ser un auténtico triunfo en sus conciertos. The Game Behind The Game y The Birth of Fire, pesadas y destinadas a machacar tu maltrecho cuello, nos dejan con el final del disco, que llega con la breve pero contundente Tukdam (de apenas un minuto y medio) y Return To Silence, con un riff afilado y machacón que se acerca, por momentos, al Stoner.
Y esto son 4 tíos metidos de lleno en su música, con unas ideas claras y sabiendo a lo que van. El disco es una muy buena muestra de trabajo y madurez, con diez composiciones muy elaboradas en todos los aspectos. Las guitarras suenan compactas, la sección rítmica conduce los temas a la perfección y la voz suena como tiene que sonar. Además, la producción ayuda a que el disco suene directo y nítido, además de rodear cada tema con una atmósfera curiosa, que le da personalidad al sonido de Enki.
Enki es una banda que tiene claro por dónde quiere ir avanzando y se va marcando su camino paso a paso. En sus letras encontramos mucho mensaje sobre la sociedad, las posibilidades para cambiar el presente y el futuro, del medio ambiente, la inmensidad que nos ofrece la naturaleza, y este tipo de temas en general (para haceros una idea de por dónde van los tiros, el nombre de la banda, Enki, viene de el “señor de la tierra” de la mitología sumeria, vamos, que no dejan detalle al azar). Y en la parte musical, encontramos unas guitarras gruesas, bien acompañadas por una sólida sección rítmica y una voz que encaja a la perfección en su sonido. Sin experimentaciones raras ni parafernalias, el disco es puro y duro Metal, directo a tu jeta, ¿Y pa qué más?.
Desde la inicial Nothing Remains (de mis temas favoritos del disco), con un riff de puro groove y un potente estribillo, Enki dejan claro por dónde van, se nos vienen 40 minutos de tralla, amigos. A Human Waste, cruda y directa en sus poco más de dos minutos, Etat Second, más acelerada, con Yago machacando bien el doble bombo, y Pure Infinity, que contrasta con las anteriores al ser algo más lenta pero presentando algún cambio de ritmo, nos sirven como buena muestra de las capacidades de Enki, una banda seria, con un buen trabajo instrumental y una voz que va como anillo al dedo a su gruesa y directa propuesta. Ra/Amon es otro de mis temas predilectos de Red Oak, con una intro instrumental que dura más de medio tema, pero que solo aporta aún más calidad a una composición tremenda.
Superamos el ecuador del disco con Sundiver, un cañonazo potente para el lucimiento de Yago y Antonio, la sección rítmica de la banda, que va mostrándose a un nivel notable a lo largo del disco y destacando aún más en este tema en concreto. El estribillo y la potencia de las guitarras también aportan su granito de arena para que el tema lo tenga todo para ser un auténtico triunfo en sus conciertos. The Game Behind The Game y The Birth of Fire, pesadas y destinadas a machacar tu maltrecho cuello, nos dejan con el final del disco, que llega con la breve pero contundente Tukdam (de apenas un minuto y medio) y Return To Silence, con un riff afilado y machacón que se acerca, por momentos, al Stoner.
Y esto son 4 tíos metidos de lleno en su música, con unas ideas claras y sabiendo a lo que van. El disco es una muy buena muestra de trabajo y madurez, con diez composiciones muy elaboradas en todos los aspectos. Las guitarras suenan compactas, la sección rítmica conduce los temas a la perfección y la voz suena como tiene que sonar. Además, la producción ayuda a que el disco suene directo y nítido, además de rodear cada tema con una atmósfera curiosa, que le da personalidad al sonido de Enki.
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