Ya ha pasado casi un mes del "polémico" (más bien catastrófico) concierto de Civil War en Zaragoza, en el que un infernal sonido echó a perder lo que habría sido un bolazo en toda regla. En aquella velada de Power Metal, la banda sueca formada por ex miembros de Sabaton compartían cartel con dos bandas italianas que les iban a acompañar de gira, Dragonhammer (con un rollete Manowar-Hammerfallesco total, de "die by the power of the steel of my sword of fire" pero moloncete) y la banda que os traigo hoy, Perseus. Así que hoy vamos a hacer justicia con esta bandaza de Brindisi, por lo que os presento, desde Italia, a Perseus y su reciente disco, A Tale Whispered in the Night, que salió a principios de abril. Un buen disco de Power Metal, en el que aparecen influencias desde los omnipresentes Helloween a estilos más melódicos rollo Queensrÿche e incluso con momentos de AOR, sobre todo, por culpa de la ambientación que le proporciona el teclado. Melodía, partes épicas, velocidad... todo tiene su momento en este buen trabajo.
Perseus se formaron en 2011 y, tras presentar dos demos, sacaron su primer album en 2013, ahora, en 2016 nos traen su segundo LP, un trabajo de estilo conceptual siguiendo un poco la estructura del Nightfall in the Middle-Earth de Blind Guardian, en el sentido de alternar interludios e intros con los temas, dando un trabajo de 19 cortes. En cuanto a temática, sigue como la segunda parte de la historia del Dr. Ícarus Lazard, líder de la tranquila comunidad de Emera, que tras ser asesinado por un sicario de Dark Razor (el malo de la película), sigue vivo en un espejo encantado y sus seguidores, a través de una ceremonia arcana logran traerlo de vuelta en el cuerpo de Nathan, el hombre elegido para liderar a un poderoso ejército contra las fuerzas oscuras del tal Dark Razor. Una historia currada, eh?
La banda está formada por Antonio Abate (voz), Cristian Guzzo y Gabriele Pinto (guitarras), Alex Anelli (bajo) y Feliciano Lamarina (batería). El disco fue producido por Nadir Music, grabado en los Pan Pot Studios de Brindisi y mezclado y masterizado por Simone Mularoni (DGM).
Tras la primera intro, nos ataca con fuerza The Diary, un corte de puro Power Metal, veloz y épico, en el que destacan la sección rítmica de la banda y las guitarras dobladas, percibiendo claramente como las influencias de Helloween y Stratovarius salen a relucir. Una misteriosa llamada telefónica titulada Time Over, sirve de intro para Hidden Murders, un temazo con un riff pesado y en el que Antonio Abate luce sus registros más agudos, sobre todo en su pegadizo estribillo y cuyo final se enlaza con el arranque de Magic Mirror, uno de mis temas favoritos, algo más melódico y comandado por los teclados, pero sin perder la potencia que han mostrado hasta entonces los italianos. A destacar, igual que en los temas anteriores (que es que no quiero repetirlo en cada tema, aunque debería) el solo de guitarra y el soberbio estribillo que se marcan. Tras Echoes of Mind, bajamos revoluciones con Dying Every Time, donde salen a relucir las influencias AOR que comentaba en el primer párrafo. Este tema se presenta como un medio tiempo muy melódico, digno de unos Journey o Foreigner antes de volver a pisar el acelerador en Deceiver, donde el Power Metal más puro vuelve a relucir. La producción del disco es fenomenal, todo suena nítido y potente y todos los instrumentistas, que son muy buenos músicos, pueden lucir sus virtudes sin problemas. La velocidad de la batería, la técnica del bajo y el virtuosismo en las guitarras lucen a lo largo del trabajo junto a la buena labor del vocalista.
Lux Domini nos deja con la potente voz de Antonio Abate, que introduce a cappella el siguiente tema, Son of the Rising Sun, un buen tema en el que aparece la mencionada influencia de Queensrÿche, comandado por la melodía y con algún guiño progresivo, aunque no deja de ser un tema cañero y alegre. Le sigue My Endless Dream, una cortita balada en la que Abate se basta solo con el teclado para poner los pelos de punta. El siguiente interludio, Whispers in the Mist, da pie a una brillante tríada de temas seguidos, I'm The Choosen One, tema potentorro y muy rápido, híbrido entre Helloween y Judas Priest con un descomunal solo de guitarra, Rain Is Falling que aparece, tras unos segundos de tormenta, en forma de balada semiacústica interpretada con mucho sentimiento, y Legion of Ravens, tema Heavy-Maidenesco con unas guitarras de vicio. El final del disco llega con Never Surrender, intro de The Ride of Pegasus, otro buen corte donde melodía y potencia lucen bien a gusto y finalmente el Epílogo, cantado por Abate en italiano acompañado por un suave piano, que cierra definitivamente el disco.
Perseus, sin inventar la rueda, ruedan de puta madre (con perdón). A Tale Whispered in the Night es un fantástico homenaje al Power Metal de toda la vida, sin tirar de tópicos ni meterlos con calzador, bajo un manto conceptual que mejora aún más la obra. Los instrumentistas, como he comentado, se lucen a gusto ayudados por una producción bestial, las guitarras y la sección rítmica suenan de lujo y los estribillos son muy pegadizos y fáciles de asimilar. A más de uno se le puede atragantar tanto interludio, pero ahí tienes once temas de alto nivel para disfrutarlos a tu gusto. No me puedo creer que estos fulanos sean teloneros de una banda como Civil War, sinceramente...
Perseus se formaron en 2011 y, tras presentar dos demos, sacaron su primer album en 2013, ahora, en 2016 nos traen su segundo LP, un trabajo de estilo conceptual siguiendo un poco la estructura del Nightfall in the Middle-Earth de Blind Guardian, en el sentido de alternar interludios e intros con los temas, dando un trabajo de 19 cortes. En cuanto a temática, sigue como la segunda parte de la historia del Dr. Ícarus Lazard, líder de la tranquila comunidad de Emera, que tras ser asesinado por un sicario de Dark Razor (el malo de la película), sigue vivo en un espejo encantado y sus seguidores, a través de una ceremonia arcana logran traerlo de vuelta en el cuerpo de Nathan, el hombre elegido para liderar a un poderoso ejército contra las fuerzas oscuras del tal Dark Razor. Una historia currada, eh?
La banda está formada por Antonio Abate (voz), Cristian Guzzo y Gabriele Pinto (guitarras), Alex Anelli (bajo) y Feliciano Lamarina (batería). El disco fue producido por Nadir Music, grabado en los Pan Pot Studios de Brindisi y mezclado y masterizado por Simone Mularoni (DGM).
Tras la primera intro, nos ataca con fuerza The Diary, un corte de puro Power Metal, veloz y épico, en el que destacan la sección rítmica de la banda y las guitarras dobladas, percibiendo claramente como las influencias de Helloween y Stratovarius salen a relucir. Una misteriosa llamada telefónica titulada Time Over, sirve de intro para Hidden Murders, un temazo con un riff pesado y en el que Antonio Abate luce sus registros más agudos, sobre todo en su pegadizo estribillo y cuyo final se enlaza con el arranque de Magic Mirror, uno de mis temas favoritos, algo más melódico y comandado por los teclados, pero sin perder la potencia que han mostrado hasta entonces los italianos. A destacar, igual que en los temas anteriores (que es que no quiero repetirlo en cada tema, aunque debería) el solo de guitarra y el soberbio estribillo que se marcan. Tras Echoes of Mind, bajamos revoluciones con Dying Every Time, donde salen a relucir las influencias AOR que comentaba en el primer párrafo. Este tema se presenta como un medio tiempo muy melódico, digno de unos Journey o Foreigner antes de volver a pisar el acelerador en Deceiver, donde el Power Metal más puro vuelve a relucir. La producción del disco es fenomenal, todo suena nítido y potente y todos los instrumentistas, que son muy buenos músicos, pueden lucir sus virtudes sin problemas. La velocidad de la batería, la técnica del bajo y el virtuosismo en las guitarras lucen a lo largo del trabajo junto a la buena labor del vocalista.
Lux Domini nos deja con la potente voz de Antonio Abate, que introduce a cappella el siguiente tema, Son of the Rising Sun, un buen tema en el que aparece la mencionada influencia de Queensrÿche, comandado por la melodía y con algún guiño progresivo, aunque no deja de ser un tema cañero y alegre. Le sigue My Endless Dream, una cortita balada en la que Abate se basta solo con el teclado para poner los pelos de punta. El siguiente interludio, Whispers in the Mist, da pie a una brillante tríada de temas seguidos, I'm The Choosen One, tema potentorro y muy rápido, híbrido entre Helloween y Judas Priest con un descomunal solo de guitarra, Rain Is Falling que aparece, tras unos segundos de tormenta, en forma de balada semiacústica interpretada con mucho sentimiento, y Legion of Ravens, tema Heavy-Maidenesco con unas guitarras de vicio. El final del disco llega con Never Surrender, intro de The Ride of Pegasus, otro buen corte donde melodía y potencia lucen bien a gusto y finalmente el Epílogo, cantado por Abate en italiano acompañado por un suave piano, que cierra definitivamente el disco.
Perseus, sin inventar la rueda, ruedan de puta madre (con perdón). A Tale Whispered in the Night es un fantástico homenaje al Power Metal de toda la vida, sin tirar de tópicos ni meterlos con calzador, bajo un manto conceptual que mejora aún más la obra. Los instrumentistas, como he comentado, se lucen a gusto ayudados por una producción bestial, las guitarras y la sección rítmica suenan de lujo y los estribillos son muy pegadizos y fáciles de asimilar. A más de uno se le puede atragantar tanto interludio, pero ahí tienes once temas de alto nivel para disfrutarlos a tu gusto. No me puedo creer que estos fulanos sean teloneros de una banda como Civil War, sinceramente...
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