El folk metal en España está de dulce, amigos. Lépoka, Celtibeerian, Salduie, Northland... y ahora Ocelon están entregando material de primera calidad. Hay vida más allá de Mago de Oz y Saurom, sí señor. Para quien no los conozca, Ocelon son una joven banda madrileña formada en 2011 que tras varios cambios de formación y demás historias que ocurren en las mejores familias, se asentaron como banda a finales de 2012, con un grupo de músicos de diversas edades cuya principal seña de identidad es la ilusión y el entusiasmo por hacer la música que les apasiona, a mi eso me gana, colega. Tras más cambios, en 2014 presentaron su primera demo y tras una campaña de crowdfunding (en la que puse mi granito de arena casi a ciegas) lograron sacar adelante este nuevo trabajo que es su primer LP.
La banda ahora mismo está formada por Luis Espárrago a las voces, David González y Julio García a las guitarras, Caco Castellanos al bajo, Carlos Vivas a la batería, Clara Avedillo al violín y Teresa Peciña se encarga del whistle y la gaita. Su estilo se asemeja, para que os hagáis una idea, al de los suizos Eluveitie (o eso he percibido yo, ya me corregirán ellos si me equivoco). Combinan instrumentos tradicionales como violín, whistles y gaita con una potente base de metal que juega tanto con el death/black como con toques ambientales y acústicos por lo queal final el disco se queda en un entretenido viaje formado por las historias que te van narrando estos muchachos.
Hechas las presentaciones, vamos a lo que cuenta, que es el contenido que se esconde tras esa currada portada (obra de Álvaro Ramírez). Le damos al play y nos encontramos con el mismo arranque que en su demo, la intro To Ocelon, acústica, delicada, dulce... que deja paso a The Moon Hunter, un tema que combina el folk con un ritmo de Heavy narrado por la profunda voz de Luis, que en el estribillo deja paso a una voz limpia acompañado por una voz femenina. Fantástico el juego de ritmos que aporta Carlos desde la batería en un jodido temazo del copón bendito para arrancar el disco. Una endemoniada gaita abre paso a Amber Blood, tema veloz y potente donde muestran sus influencias de Death y por momentos me recuerdan a los Eluveitie más crudos. Homeland baja un poco las revoluciones, tranquilidad entre momentos de lucimiento para todos los instrumentistas del grupo. Esto va sobre ruedas, dominan los temas potentes, dominan las partes delicadas... Ocelon molan un huevo, colegas, no hay más. Seguimos con Communion, cortita y al pie, en la que tiran por su parte más metalera para dejarnos con Forest of the Mist uno de los dos cortes más largos del disco (superando los 8 minutos) en el que juegan con delicadas atmósferas acústicas, medios tiempos y caña burra, combinándolo todo de forma magistral en una de las mejores joyas del disco.
Pasado el ecuador del disco, me doy cuenta de una cosa. Llevaba mucho tiempo sin escuchar un disco que se me pasara tan rápido. Mucho mérito el de estos madrileños. Lo siguiente que nos encontramos es Pilgrimage, un tema a medio tiempo de esos potentes donde predominan los ritmos folk con tintes medievales. A mitad de canción baja el ritmo para dejarnos en un suave pasaje de puro folk antes de volver a la carga con un Luis que adopta un registro más desgarrado y oscuro. La Introtroll nos deja frente a Battletroll, un tema potente y de ritmo veloz, con esas cabalgadas típicas del heavy metal, mostrando que sus influencias metaleras son de lo más variadas. Battletroll muestra, también, la cara más simpática y divertida de la banda, con un aroma a unos ¿Korpiklaani? puede ser, esto de detectar influencias se me da de culo, colega, pero yo lo intento, con fe. Nos acercamos al final con Among the Mountains, tema muy folk que ya aparecía en su demo, Ravens Crown, la baladita del disco, dulce y delicada, en acústico y con voces limpias y Ashen, el corte más largo del disco, por los mismos derroteros que Forest of the Mist, variada, con sus pasajes de todo tipo y que resumen lo que viene siendo la propuesta de Ocelon.
Ocelon lo tienen todo, amiguetes. Ya lo he dicho antes, dominan los pasajes potentes, los delicados y las transiciones entre ambos. Tienen sus ideas muy claras y así lo plasman en un prometedor y sólido debut. El Folk español está de dulce, amigos y mientras los tótems forasteros Eluveitie se rompen en pedazos tras la marcha de varios miembros, aquí tenemos a unos chavales que pueden coger su testigo sin problemas. Of The Lost Heritage muestra una sólida combinación de influencias mezcladas buscando un sonido más propio que irá llegando con el tiempo, seguro. Me lo guardo como uno de los mejores debuts del año.
La banda ahora mismo está formada por Luis Espárrago a las voces, David González y Julio García a las guitarras, Caco Castellanos al bajo, Carlos Vivas a la batería, Clara Avedillo al violín y Teresa Peciña se encarga del whistle y la gaita. Su estilo se asemeja, para que os hagáis una idea, al de los suizos Eluveitie (o eso he percibido yo, ya me corregirán ellos si me equivoco). Combinan instrumentos tradicionales como violín, whistles y gaita con una potente base de metal que juega tanto con el death/black como con toques ambientales y acústicos por lo queal final el disco se queda en un entretenido viaje formado por las historias que te van narrando estos muchachos.
Hechas las presentaciones, vamos a lo que cuenta, que es el contenido que se esconde tras esa currada portada (obra de Álvaro Ramírez). Le damos al play y nos encontramos con el mismo arranque que en su demo, la intro To Ocelon, acústica, delicada, dulce... que deja paso a The Moon Hunter, un tema que combina el folk con un ritmo de Heavy narrado por la profunda voz de Luis, que en el estribillo deja paso a una voz limpia acompañado por una voz femenina. Fantástico el juego de ritmos que aporta Carlos desde la batería en un jodido temazo del copón bendito para arrancar el disco. Una endemoniada gaita abre paso a Amber Blood, tema veloz y potente donde muestran sus influencias de Death y por momentos me recuerdan a los Eluveitie más crudos. Homeland baja un poco las revoluciones, tranquilidad entre momentos de lucimiento para todos los instrumentistas del grupo. Esto va sobre ruedas, dominan los temas potentes, dominan las partes delicadas... Ocelon molan un huevo, colegas, no hay más. Seguimos con Communion, cortita y al pie, en la que tiran por su parte más metalera para dejarnos con Forest of the Mist uno de los dos cortes más largos del disco (superando los 8 minutos) en el que juegan con delicadas atmósferas acústicas, medios tiempos y caña burra, combinándolo todo de forma magistral en una de las mejores joyas del disco.
Pasado el ecuador del disco, me doy cuenta de una cosa. Llevaba mucho tiempo sin escuchar un disco que se me pasara tan rápido. Mucho mérito el de estos madrileños. Lo siguiente que nos encontramos es Pilgrimage, un tema a medio tiempo de esos potentes donde predominan los ritmos folk con tintes medievales. A mitad de canción baja el ritmo para dejarnos en un suave pasaje de puro folk antes de volver a la carga con un Luis que adopta un registro más desgarrado y oscuro. La Introtroll nos deja frente a Battletroll, un tema potente y de ritmo veloz, con esas cabalgadas típicas del heavy metal, mostrando que sus influencias metaleras son de lo más variadas. Battletroll muestra, también, la cara más simpática y divertida de la banda, con un aroma a unos ¿Korpiklaani? puede ser, esto de detectar influencias se me da de culo, colega, pero yo lo intento, con fe. Nos acercamos al final con Among the Mountains, tema muy folk que ya aparecía en su demo, Ravens Crown, la baladita del disco, dulce y delicada, en acústico y con voces limpias y Ashen, el corte más largo del disco, por los mismos derroteros que Forest of the Mist, variada, con sus pasajes de todo tipo y que resumen lo que viene siendo la propuesta de Ocelon.
Ocelon lo tienen todo, amiguetes. Ya lo he dicho antes, dominan los pasajes potentes, los delicados y las transiciones entre ambos. Tienen sus ideas muy claras y así lo plasman en un prometedor y sólido debut. El Folk español está de dulce, amigos y mientras los tótems forasteros Eluveitie se rompen en pedazos tras la marcha de varios miembros, aquí tenemos a unos chavales que pueden coger su testigo sin problemas. Of The Lost Heritage muestra una sólida combinación de influencias mezcladas buscando un sonido más propio que irá llegando con el tiempo, seguro. Me lo guardo como uno de los mejores debuts del año.
Buena reseña
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