Lemmy

Lemmy... ese nombre lo dice todo, ¿Verdad? Tú dices Lemmy y todo el puto mundo sabe de quién estamos hablando. Es normal, Lemmy fue un icono total, un tipo honesto que nunca se vio a sí mismo como una estrella, él simplemente era un tipo más que adoraba a Little Richard, a Elvis y que tocaba Rock N' Roll a su manera.

Ian Fraser estaba loco, era un pavo que se levantaba con una botella de Jack Daniel's en la mano. Un zumbao que se tiraba a todo lo que podía y se bebía hasta el agua de los floreros, pero por encima de todo era un amante del Rock N' Roll, e incluso era más que eso, él era el puto Rock N' Roll. Él era así y no cambió hasta que la vida se le echó encima. Con dos cojones. «Si piensas que eres demasiado viejo para el rock ‘n’ roll, es que lo eres».

Él siempre dijo que se hizo como músico en la banda Hawkwind, con la que grabó varios discos, aunque ya había pasado por bandas más pequeñas (en popularidad) destacando su papel en The Rockin' Vickers. Cuando le echaron de Hawkwind tras haber estado encarcelado en Canadá por posesión de drogas, forjó su propia leyenda con Motörhead, banda que cogió el nombre de la última canción que compuso para Hawkwind y con la que grabó 22 discos, que se dice pronto. Y ya, paso de hacerme pesao, esto no es una biografía de Lemmy, para eso tenéis libros, Wikipedia, etc. Yo, simplemente, quiero dejar mi pequeño texto de homenaje a un tipo único, una leyenda, un icono, lo que quieras llamarle.

Lemmy nos ha dejado, sí. Es un fin de año muy duro para los que amamos este mundo, pero como han dicho los propios Motörhead en Facebook, no es momento de llorar. Es momento de secarse las lágrimas y poner la música de Motörhead, de Hawkwind, la que sea, simplemente la música de Lemmy Kilmister, a todo volumen y celebrar su vida y su infinito legado. Hoy, a lo largo del día, brindaremos con Jack Daniel's en su honor. Hasta siempre, maestro. Nos vemos en el otro lado.