¿Qué mejor forma de abrir el mes de octubre que con lo mejorcito de la nueva oleada de heavy metal sueco? Ninguna, colega. En el centro Cívico Universidad de Zaragoza se venían a darlo todo Enforcer, Wolf y Dynamite. Tres grupazos suecos, jóvenes (los más veteranos son Wolf que cuentan con 7 discos) y con un sonido añejo total, cada uno a su manera y dejando claras sus influencias en cada uno de sus temas. Conviene ir haciéndose a la idea de que en poco tiempo, los tótems del heavy metal irán cayendo, es inevitable. Pero con bandas como estas tres, el futuro está asegurado colegas.
Puntuales como un reloj, a las 19:30 arrancaban casi en familia los Dynamite, con un sonido fuertemente (MUY fuertemente, a veces demasiado) influenciado por AC/DC. Yo llegué diez minutos tarde, pero me pude posicionar en primera fila, la gente estaba atrás esperando a que la banda los animara a acercarse, cosa que no ocurrió. A Dynamite se les vió algo fríos y les costó enganchar al público pese a que sonaron realmente bien. A base de temas propios como Long Way Home, Lock N' Load, Streetfighting Blues, tema, como indica el nombre, de elegante corte bluesero, aunque personalmente me gustaron más los temas más hard rockeros del grupo, como Stoneheart Rebel que me sonó de puta madre. Tema que me queda guardado para escuchar habitualmente. Total, concierto bastante correcto de Dynamite para abrir la noche, con el vocalista Mattis Karlsson sorprendido por la afluencia de gente, por lo que dijo, esperaban "tres personas". Tras el concierto, se mostraron muy simpáticos con la gente, una banda muy agradable de conocer.
Pero luego amigos, joder amigos, luego venía una lección de heavy/speed metal por parte de Wolf. Liderados por el pequeñín Niklas Stålvind, que no es mucho más alto que yo y eso para un sueco es tremendo, salieron dispuestos a repartir cera y arrancaron por todo lo alto con el single de su último disco, Shark Attack, con la que ya se ganaron a la gente, que poco a poco se iba acercando al escenario gracias al buen hacer de estos tíos. Siguieron con The Bite y My Demon, repasando bien su carrera con temas de todos sus trabajos. Siguieron con Voodoo con la que finalmente engancharon a la gente, incitando a cantar el coreable estribillo. Night Stalker, Hail Caesar, Evil Star iban cayendo a toda velocidad y el pequeño Niklas se hacía cada vez más grande sobre las tablas. Seguía Skull Crusher para la que nos contó que fue escrita mientras atravesaba una mala racha personal y que el heavy metal fue lo que le ayudó a superarla, muy grande el discurso. Venom de su disco Black Wings (2002), al rescatar estos temas iniciales, cuando la banda le daba más a la velocidad, Niklas bromeaba con su edad y con que "todavía podía hacerlo", joder que si podía hacerlo. Cerraban un gran show con Speed On, su tema más conocido y mis huevos estaban en el subsuelo. Enormes Wolf, el culo me hacía Pepsicola colega. Y bueno, dijeron que era la última gira que hacían presentando Devil's Seed, por lo que todo apunta a que pronto tendremos nuevo disco de Wolf y eso es una gran noticia.
Y para cerrar, los también suecos (se ve que la gira la patrocina Ikea o algo) Enforcer. Juventud, frescura y muy buen hacer el de estos muchachos. Presentaban su cuarto disco From Beyond, un discazo soberbio, y salían a lo grande. Echaban el telón, fuera luces y sonando Diamonds and Rust de Judas Priest como intro, terminaba el tema de los metal gods y se abría el telón para que Olof Wikstrand, Joseph Tholl, Tobias Linqvidst y Jonas Wikstrand (escritos sin copy-paste, colega, supéralo) salieran a patearnos el culete. Abriendo con Destroyer y Undying Evil de su último trabajo, tenían al público de su lado y se notó. Se montó un fiestón en el centro cívico que ya presentaba una entrada más que decente. Siguieron con Mesmerized by Fire y con ello tocaban mis tres favoritas al principio. Live for the Night, From Beyond (coreadísima por el respetable), Scream of the Savage, Mask of Death o Katana iban cayendo con la banda mostrando un gran saber estar sobre las tablas pese a su juventud, transmitiendo garra, energía y, sí, huevos. Las dos/tres primeras filas no paraban de cabecear y el grupo disfrutó de lo lindo. Finalmente, Take Me out of this Nightmare y Midnight Vice cerraban un show cortito, una hora para ellos y otra para Wolf es lo que les toca, algo corto pero intenso, intenso de cojones. Al final de todo, Olof terminó haciendo crowdsurfing mientras tocaba las últimas notas del concierto. Gran final para un gran show de una banda que dará de que hablar en el futuro, estoy convencido.
Total, una hora para Enforcer, otra para Wolf y 45 minutos para Dynamite. Cerca de tres horas de show de tres bandas que están en un gran momento de su carrera. Garra, energía y hambre, mucha hambre es lo que tiene esta gente y lo demostraron en Zaragoza. Tras el concierto, los tres grupos bajaron a saludar a la gente, hacerse fotos y tal, mostrando una gran simpatía por su parte. Cuando los grandes no estén, bandas como estas son las que continuarán con su legado. Personalmente, aunque les quedan muchas sopas, los veo preparados para ello.
buena crónica
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